domingo, 20 de abril de 2014

DUDAS EN LA LACTANCIA


Desde el nacimiento de nuestro bebé nos hacemos muchas preguntas sobre su alimentación, higiene y desarrollo. Muchas de estas preguntas nos provocan una inseguridad frente a nuestro bebé; las más comunes son respecto a una alimentación adecuada. Vamos a intentar resolver las dudas mas frecuentes que suelen tener las mamás.

¿ Lactancia materna o artificial ?
Una de las primeras decisiones que tienen que tomar las mamás es elegir entre lactancia materna o artificial. Esto es una decisión muy personal, pero como datos a conocer, saber que tanto la OMS como las asociaciones de pediatría coinciden al recomendar la lactancia materna como mejor opción para alimentar al bebé. Esta lactancia contribuye a la defensa contra infecciones, a prevenir alergias y a proteger contra diversas afecciones crónicas.

Las asociaciones de pediatría afirman que las madres deberían alimentar a sus bebés exclusivamente con leche materna durante los seis primeros meses de vida. Pero, a veces, por distintas circunstancias, hay mamás que no pueden amamantar a sus bebés o no es suficiente (lactancia mixta), y tienen que recurrir a fórmulas adaptadas infantiles como segunda alternativa.

Para aquellas mamás que por un motivo u otro han tenido que recurrir a fórmulas adaptadas, que se queden completamente tranquilas de que su bebé tendrá todas las necesidades nutricionales cubiertas.

¿ Cómo almacenar leche materna y por cuánto tiempo ?
La leche materna puede extraerse para posteriormente ser usada según las circunstancias que rodeen a la madre y al bebé. Para la extracción de la leche la mejor opción es la utilización de los extractores de leche manuales o eléctricos; ya que están diseñados para imitar de forma muy precisa la forma de succionar del bebé. Existen recipientes de plástico o bolsas especiales para almacenar la leche extraída, donde se debe apuntar la fecha de extracción antes de su almacenamiento.

Pautas de conservación:

- A temperatura ambiente, unas 8 horas; teniendo en cuenta la diferencia de temperatura que tenemos entre el invierno y el verano, donde el tiempo de conservación se acortará cuanto mas calor haga.

- Refrigerada entre 0-4ºC, unos 5-8 días.

- Congelada, unos 4 meses. Podemos echar leche extraída en un envase que ya contiene leche congelada siempre y cuando no derritamos la capa de leche de arriba. Para evitarlo se debe enfriar un poco la leche extraída. En este caso hay que respetar la fecha apuntada de la primera extracción.

Para descongelar leche materna el mejor método es colocarla bajo agua fría y echar progresivamente agua más caliente hasta su descongelación. Otra opción es al baño maría. NUNCA dejar que la leche hierva, ni calentar en el microondas.

La leche descongelada puede guardarse en el frigorífico hasta 24 horas, siempre y cuando no haya entrado en contacto con la saliva del bebé, ya que en ese caso habría que desecharla porque entraría en contacto con las bacterias del bebe y eso supondría un foco de riesgo.
Como consejo, ve extrayéndote leche a lo largo del día y ve manteniéndola en el frigorífico. Al final del día prepara distintos recipientes con pequeñas cantidades para facilitar luego su descongelación, féchalos y guárdalos en el congelador. Como no sabemos la cantidad de leche que se va a tomar el bebé; ofrécesela en un recipiente distinto en menor cantidad, para que el recipiente original no entre en contacto con la saliva del bebe y se pueda usar posteriormente según las recomendaciones explicadas.

¿Qué leche de fórmula es la adecuada para mi bebé?
Las fórmulas adaptadas se clasifican, quitando aquellas especiales cuyo objetivo es tratar algún problema en el bebé, como reflujo gastroesofágico o estreñimiento, en fórmulas de inicio y continuación. La fórmula de inicio o etapa 1, está destinada a cubrir las necesidades nutricionales de los recién nacidos hasta los 6 meses, mientras que la fórmula de continuación o etapa 2, se usa a partir de los 6 meses; siendo mas económica que la de inicio, ya que se trata de una leche con mas proteínas que la de inicio y por tanto menos procesada.

A partir de los 6 meses, los bebes tienen una mayor tolerancia a las proteínas y por eso pueden empezar a tomar estas leches. Tanto las fórmulas de inicio como las de continuación aportan 60-75kcal/100ml , que es el aporte medio de la leche materna. Esto contradice lo que muchas personas creen de que las fórmulas de continuación aportan mas kcal porque los bebés van creciendo y necesitan mas energía. La verdad es que deben seguir aportando la misma energía que aporta la leche materna en cualquier etapa.

En cuanto a las proteínas, la leche materna tiene cerca de 1g/100ml, así que las fórmulas de inicio se asemejan a esa cantidad. Las fórmulas de continuación, al estar menos procesada tienen mayor cantidad, acercándose a los 2g/100ml. Cada vez existe mas presión para que los fabricantes disminuyan la concentración de proteínas de las fórmulas de continuación y aproximarse a las de la leche materna. Esto se debe a la gran cantidad de proteínas que toman los bebés y niños, que causa una sobrecarga de proteínas a nivel renal, ganancia de peso, etc.

Aunque a partir de los 12 meses ya se podría introducir la leche de vaca en la alimentación del bebé, es recomendable, debido al exceso de proteínas que ingieren los niños, que se mantenga las formulas de continuación hasta los 3 años. Lo cual ha hecho que se creen nuevas formulas adaptadas para esa etapa del bebé, diferenciándose como formulas de crecimiento que, según criterio del pediatra, se pueden dar desde los 12 meses hasta los 3 años.

¿Cómo se prepara un biberón?
El primer paso que debes realizar es asegurarte de que cumples un mínimo de higiene personal (manos, uñas...). Para preparar el biberón se recomienda usar agua mineral de mineralización débil para que las sales no alteren las propiedades de la leche. El agua se puede calentar al baño maría, calientabiberones, microondas... Ten en cuenta que con el microondas se obtiene una temperatura más elevada en la parte superior del biberón, así que debes moverlo un poco para repartir el calor homogéneamente.

Añade la leche en polvo necesaria según la edad del bebe, sabiendo que la gran mayoría de fabricantes siguen la regla de un cacito raso de leche por cada 30ml de agua. Por eso, cuando tengas que aumentar la cantidad de leche que toma el bebé, hay que hacerlo de 30ml en 30ml. Disuelve la leche en el agua con movimientos circulares y no agitándolo como una coctelera, ya que así evitaremos provocar burbujas que aumentan las posibilidades de que el bebe padezca gases o cólico.

Como consejo, asegúrate de probar en el brazo la temperatura de la leche antes de ofrecérsela al bebe. Utiliza un biberón que lleve un sistema anticólico adecuado y libre de BPA (bisfenol A). Conserva los envases de fórmula adaptada en un lugar fresco y seco, y ten en cuenta que duran unas 3-4 semanas abiertos, según fabricante. Utiliza los dosificadores de leche y los termos de agua para tu comodidad cuando salgas de casa.

¿Cómo y cuándo se añade los cereales?
Los cereales constituyen el primer paso en la alimentación complementaria del bebé introduciéndose bajo estricta orden del pediatra. Primero sin gluten entre los 4-6 meses de vida y luego con gluten, cuya introducción variará según el pediatra considere.

Los cereales se pueden administrar al bebé mezclados con la leche materna o la fórmula adaptada. Para empezar se añade un cacito o cuchara (no hace falta que sea raso) al biberón de la noche completamente ya preparado, lo que significa que NO se quita ningún cacito de leche para sustituir al de cereales que se va a añadir. Si el niño lo acepta bien, al cabo de unos días se va aumentando progresivamente la cantidad de cereales hasta llegar a 3-4 cacitos. Después se puede hacer lo mismo con el biberón del desayuno. Más adelante se puede dar una de las toma de cereales, normalmente la cena, en forma de papilla añadiendo 6-7 cacitos.

Como consejo, recicla algún envase de fórmula adaptada, adórnalo para diferenciarlo y úsalo para guardar los cereales y así consérvalos mejor. Usa el mismo cacito que traen las fórmulas para medir los cereales y así tener un control de las cantidades que le das al bebé.

sábado, 12 de abril de 2014

MITOS EN FOTOPROTECCIÓN: PREGUNTAS BÁSICAS


A la vuelta de la esquina asoma la Semana Santa, periodo vacacional en el que se suele optar por destinos tales como la playa, la sierra o la nieve, y en el que no puede faltar el uso indispensable de un fotoprotector. Por ello, aprovechando esta coyuntura, desde la farmacia Silos te ayudamos a conocer mejor este tipo de cosméticos respondiendo a las preguntas básicas que puedes plantearte.

•¿Qué es el FPS (Factor de Protección Solar)?
Se trata de un número orientativo que nos indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural de nuestra piel frente al eritema (enrojecimiento previo a la quemadura). Es decir, que si tu piel resiste dos minutos sin quemarse tras la exposición al sol y usas un FPS 30, tu protección duraría 60 minutos. Esto es algo muy teórico, que se ve afectado por muchos factores que tratamos a continuación.

•¿Waterproof o water-resistant?
Un fotoprotector waterproof es capaz de resistir 80 minutos de inmersión. Mientras que un water-resistant lo hace 40 minutos. No podemos olvidar que existen otros factores que pueden promover la pérdida de producto, como  sudoración, secado con toalla, fricción con la arena, etc. Por ello, es recomendable volver a aplicarlo cada 2 ó 3 horas.

•¿Un fotoprotector para adultos sirve igual para niños?
No es cierto. Los niños requieren fotoprotectores específicos. Esto se debe a que la piel del niño presenta una serie de características que la diferencian de la de adulto: su piel es más fina, la melanogénesis (formación de melanina) está poco desarrollada y presenta menor capacidad de defensa frente a sustancias oxidativas (como los radicales libres).
Además, para minimizar el riesgo de alergias, los fotoprotectores infantiles suelen llevar filtros físicos y en menor medida filtros químicos.

•¿Los fotoprotectores ya abiertos pueden utilizarse la temporada siguiente?
Desde un punto de vista riguroso no deberían utilizarse de una temporada para otra porque durante la época estival (que es cuando más se usan) los solemos exponer a condiciones extremas (bolso de playa, en el coche,...) y así no podemos garantizar ni la capacidad de protección ni la estabilidad del producto. Además, el periodo de conservación tras su apertura no es superior a 12 meses. Un consejo, usa el sobrante para el día a día, la fotoprotección diaria es el mejor antiedad.

•¿Los fotoprotectores “pantalla total” impiden el bronceado?
No es cierto, todos los fotoprotectores permiten el paso de radiación, aunque sea mínima, será suficiente para estimular la pigmentación.

•Consejos de administración de un  fotoprotector.

Para obtener un resultado óptimo aplícalo siempre en casa, 30 minutos antes de la exposición, sobre la piel seca y en cantidad suficiente ,se estima que para un adulto de talla media se necesitan 36 gr de producto (6 cucharaditas de café). Si  no aplicamos la cantidad suficiente no estaremos adecuadamente protegidos y protegerse del sol implica entre otras cosas evitar el fotoenvejecimiento y reducir la posibilidad de sufrir cáncer cutáneo en el futuro.